jueves, 9 de septiembre de 2010

En mi oscuridad

Se aprende exclusivamente por experiencia, que los malos momentos de la vida son motivo de regocijo; porque Jehová los usa para Su gloria y para nuestro crecimiento.

Mientras los días pasan, nuestros trabajos persisten, nuestras familias no se destruyen, nuestra salud no se afecta y nuestros amigos siguen riendose con nuestras ocurrencias y halagando nuestros abundantes logros; mientras eso pasa nuestros egos crecen de forma desmedida, alimentando de igual forma nuestra autosuficiencia y nuestro arrogancia. Y mientras todo eso ocurre dejamos mas y mas distanciado a nuestro Maestro.

Mientras los días pasan, nuestros trabajos y nuestros compañeros son muy problematicos, nuestros hijos, esposos y padres no nos ayudan en lo absoluto, nuestros amigos no tienen la misma "filosofía de vida" que nosotros, el enojo, la impaciencia y el estres van dejando huellas en nuestro cuerpo; mientras eso ocurre nuestra autocomplacencia se va desinflando y nuestro concepto de nosotros mismos va tomando el lugar insignificante que en realidad siempre ha tenido. Es en esos momentos donde tratamos siempre de acercarnos a nuestro Maestro.

Cuando toda mi vida se mantenga en oscuridad tu luz se verá con claridad. Cuando todas mis habilidades sean insuficientes, tu me capacitarás para toda buena obra. Cuando todo lo que hago carezca de propósito egoísta, todo lo haré para tu Gloria y Honra.

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