martes, 24 de agosto de 2010

Acerca del uso del nombre de Dios

Los nombres representan a la persona que lo posee. Es más que vocales y consonantes combinadas. El nombre representa cualidades y características específicas de la persona que lo porta.

Es por esta realidad que no debemos tomar el nombre de Dios en vano, con ligereza ni con trivialidad, pues es una falta de respeto a Su persona, Gloriosa y Majestuosa.

Dice la Biblia en el tercero de los mandamientos que él no tendrá por inocente al que tome Su nombre en vano, sin justificación y sin razón. También en Malaquías les reclama a los sacerdotes porque estaban menospreciando su nombre (Persona), es decir, no le estaban dando un uso adecuado. (Éxodo 20:7; Mal. 1:6).

Es importante que entendamos que en la biblia hay más de cien nombres diferentes acerca de Dios, y es que él nos ha revelado su persona, su naturaleza, su poder, sus atributos, sus propósitos por medio de sus nombres. No se trata de una mera nomenclatura para referirnos a Dios, se trata de Dios mismo.

Un ejemplo de esto es cuando Dios se le aparece a Abram en Génesis capitulo diecisiete, versículo uno y le dice: “Yo soy en Dios Todopoderoso” . Aquí Dios le está diciendo literalmente, Yo Soy el SHADDAY, el Ser más poderoso, el Inexpugnable, el Dios Omnipotente. Dios no le estaba diciendo, hola Abram, qué tal, me llamo Dios Todopoderoso, pues la orden que posteriormente le da es, "camina delante de mí y se perfecto". Él se estaba revelando a sí mismo.

Es de vital importancia recordar en todo tiempo que Dios no es cualquier cosa, él es el Dios Padre, la primera persona de la Trinidad. El Creador de todo lo que existe. Él es el Infinito y Eterno Dios; Soberano, que hace con quién él quiere, como el quiere, cuando él quiere y no hay quien pueda detener su mano y decirle, ¿Qué haces? (Daniel 4:35).

Estas verdades deben producir en nuestros corazones un cada vez más profundo pesar por reverenciar a nuestro Bendito Dios, y dirigirnos a él con amor filial (Padre nuestro), pero con conciencia de cual es Su lugar (que estás en los cielos).

Dios es nuestro Padre, no nuestro pana, así que por favor, no tomemos su Santo y Bendito nombre en vano. El debe ser reverenciado por nosotros, sus creaturas y sus hijos en todo.


(Reflexiones y apuntes acerca de la clase "Los Nombres de Dios" por el Pastor Sugel Michelen)

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